La restitución internacional de menores es un proceso legal extremadamente delicado que se activa cuando un menor es retirado o retenido ilícitamente en un país diferente al de su residencia habitual. El Convenio de La Haya establece un mecanismo de cooperación entre países para la restitución rápida de los menores afectados. A continuación, te cuento cómo resolvimos con éxito un caso de restitución bajo este convenio entre Estados Unidos y Perú.

El Caso: Un Padre Estadounidense Busca la Restitución de su Hijo Retenido en Lima

En este caso, mi cliente, enfrentó una situación muy difícil cuando su esposa peruana decidió no regresar a Estados Unidos con su hijo menor durante un viaje a Perú. Este acto constituyó una retención ilícita bajo el Convenio de La Haya, ya que el menor debía regresar a su país de residencia habitual.

Después de intentar resolver el conflicto de forma amistosa, acudimos a las Autoridades Centrales tanto en Estados Unidos como en Perú, para solicitar formalmente la restitución del menor. Sin embargo, la madre del menor se negó a cumplir con la solicitud de restitución.

Inicio del Proceso Judicial en Perú

Ante la negativa de la madre, iniciamos un proceso judicial en Perú ante los Juzgados de Familia. Este proceso, aunque más largo y complejo que la vía administrativa, era el siguiente paso necesario para hacer cumplir el convenio y asegurar el retorno del menor a Estados Unidos.

Defensas Utilizadas por la otra parte y Cómo Fueron Superadas

Durante el proceso judicial, la otra parte intentó utilizar las siguientes defensas comunes en casos de restitución internacional de menores bajo el Convenio de La Haya:

• Grave riesgo (Artículo 13 del Convenio de La Haya): La madre alegó que el menor enfrentaría un grave riesgo si era restituido a Alemania. Sin embargo, como en los casos de Casación N.° 850-2022-Tacna y Casación N.° 3590-2015-Lima, la carga de la prueba recaía en ella, y no logró demostrar un riesgo real que justificara la retención.
• Manipulación Emocional: Al igual que en la Casación N.° 3590-2015-Lima, se demostró que la otra parte intentó influir negativamente en el menor para que rechazara al padre. Esto fue considerado por el tribunal como una estrategia para justificar la retención.
• Exequatur y Sentencias Extranjeras: Durante el proceso, se planteó la necesidad de reconocer una sentencia estadounidense de custodia en Perú mediante el exequatur. Esto es fundamental cuando se busca ejecutar una sentencia extranjera en el país.

Documentación y Pruebas Presentadas

Durante el juicio, presentamos todas las traducciones oficiales y documentos apostillados requeridos, como las sentencias de custodia y pruebas de residencia en Alemania. También aportamos una evaluación psicológica realizada por un ente oficial en Alemania, debidamente apostillada, que demostraba la idoneidad de mi cliente como padre y su capacidad para cuidar al menor.

La Oposición de la Madre: Alegaciones de Grave Riesgo

Como suele suceder en estos casos, la otra parte alegó que el menor corría un "grave riesgo" si era restituido a Estados Unidos, una defensa basada en el Artículo 13(b) del Convenio de La Haya. Este artículo permite que la restitución no se ordene si se demuestra que el retorno pone en peligro al menor.

No obstante, en este tipo de alegaciones, es la madre quien debe aportar pruebas sólidas para convencer al juez. A lo largo del proceso, logramos demostrar que no existía tal riesgo, aportando informes psicológicos y otros medios de prueba que confirmaban que el menor estaría seguro y bien cuidado con su padre en Alemania.

Conclusión del Caso: Éxito para Nuestro Cliente

El proceso judicial fue largo y llegó hasta la instancia de casación, pero finalmente logramos la restitución del menor a su padre en Alemania. Este caso demuestra que, aunque el proceso de restitución puede ser complicado, una buena estrategia legal y una presentación adecuada de las pruebas pueden hacer la diferencia.

En mi experiencia, este tipo de casos requieren no solo conocimiento técnico del Convenio de La Haya, sino también un manejo cuidadoso del proceso judicial, tanto en la fase administrativa como en la fase judicial. La clave es estar preparado con toda la documentación adecuada, desde traducciones oficiales hasta pruebas apostilladas, y tener una estrategia sólida para responder a las posibles defensas, como la alegación de grave riesgo.